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Accused es uno de los estrenos destacados de este mes de marzo. La serie, creada por Howard Gordon (a quien pudimos entrevistar recientemente) supone la vuelta del productor y showrunner de Homeland y ha sido todo un éxito de audiencia en Estados Unidos. Emitida originalmente por la cadena FOX, Accused ha sido ya renovada por una segunda temporada.
En España, la serie se puede ver en AXN semanalmente. Ttiene un formato antológico en el que cada episodio trata un tema concreto, siempre partiendo de una acusación en un juicio seguida de una serie de flashbacks que nos van revelando secretos del caso, guardándose algún que otro giro y cambios de perspectiva que te plantean la naturaleza del relato. El reparto de la serie, en consecuencia, es distinto en cada episodio, siempre con un personaje principal llevando el peso de la historia.
En el caso del séptimo episodio, titulado ‘La historia de Brenda’ y que AXN emitirá en las próximas semanas, la protagonista absoluta es Whitney Cummings en un papel que friega los límites de la realidad. Cummings es una humorista de éxito en Estados Unidos, con varios especiales de stand-up en Netflix y una larga carrera, tanto delante como detrás de la cámara. Whitney Cummings fue, por ejemplo, la creadora de la serie Dos chicas sin blanca.
«El stand-up comedy es algo salvaje. La única manera que tienes de mejorar y progresar es fallando y tienes que hacerlo en público. »
En Accused interpreta también a una humorista de stand-up, en este caso, sin embargo, no comparten la misma suerte. A Brenda, su personaje, le cuesta encontrar el éxito pero todo parece que puede cambiar cuando un antiguo amigo de club de comedia que lo está petando le ofrece ser su telonera. Desafortunadamente, después de esa misma oferta es agredida sexualmente por su amigo y cuando lo denuncia públicamente, se ve envuelta en un torbellino mediático y judicial en el que su relato es cuestionado todo el rato, sin apenas apoyo, lo cual inicia una espiral autodestructiva cuando la industria a la que se dedica le da la espalda.
Un tema muy potente y actual que el episodio aborda con dureza y decisión y cuyos giros aportan debates interesantes que probablemente hagan pensar al espectador. A continuación, reproducimos parte de la conversación que tuvimos con ella, en la que pese a su genial humor y constantes bromas, profundizamos en las peculiaridades del mundo de la comedia y las complicaciones de un personaje como el suyo, tan cercano a ella.
Pregunta: ¿Cómo fue el desafío de encarar un tema tan duro en un papel dramático, nada habitual en tu caso?
Whitney Cummings: Esto fue lo primero que pensé, ¿debería una humorista como yo ir por ahí hablando de estos temas? Mi mecanismo de supervivencia es hacer chistes, ¿sabes? Y creo que muchas veces las personas supervivientes, la forma en que sobrevivimos es hacer bromas. Eso lo compartimos Brenda y yo: si no te ríes, vas a llorar. Y creo que, ya sabes, muchas y muchos humoristas nos hemos convertido en humoristas para no tener que sentir dolor. Y también, en cierto modo, somos estafadores, porque hemos encontrado una manera de que nos paguen por ello (Risas)
Así que siempre he estado, en cierto modo, temiendo este momento porque me preocupaba no ser capaz de hacer justicia a este episodio.
P: Hablemos de las similitudes entre tú y Brenda. ¿Cuánto de ti hay en ella y viceversa?
W.C: Para mí, las similitudes entre el personaje y yo son más numerosas de lo que me gustaría admitir. Pero creo que ni siquiera me di cuenta de lo parecidas que éramos hasta que empecé a meterme en el personaje y a tomar decisiones y a ensayar. Porque leí el guión y me dije [en modo sarcástico]: «Oh, esto será actuar y nada más, no nos parecemos en nada».Mirando hacia atrás, cuando Howard Gordon y Sonay Hoffman me ofrecieron el papel mi reacción fue esa, fingir que no nos parecíamos en nada pero seguramente, ellos como productores sí que sabían que nos parecíamos y por eso me lo ofrecieron (Risas).
Pero de todos modos, ya sabes, sí que creo que realmente tenía que asumir la responsabilidad de mi comportamiento público cuando era más joven. Como humorista, crecí en público. Ya sabes, empecé a estar de cara al público como una comediante femenina cuando tenía como 23 o 24 años. Y el stand-up comedy es algo salvaje, como sabes. La única manera que tienes de mejorar y progresar es fallando y tienes que hacerlo en público. Tienes que caerte de bruces en público muchas veces para aprender.
«Tuve que escribir listas de las diferencias y similitudes entre Whitney y Brenda, porque era consciente que había mucho en juego.»
Y me caí de bruces muchas veces, no necesariamente por las mismas razones por las que Brenda se cae de bruces. Pero me sentí muy identificada con el autosabotaje, ya sabes, que ella se mueve por la vida con tanto miedo a ser rechazada que creó esta vida en la que nunca puede ser herida.
Incluso se ve en su manera de hacer stand-up. A mí me costó mucho tiempo para dejar de estar a la defensiva en mi stand-up. Ya no lo hago más, ahora me comprometo al 100%. Pero cuanto más te comprometes, más tienes que lidiar con el hecho de que si te rechazan, es culpa tuya. Y creo que muchos cómicos al principio, lo intentan a medias para que si no les va bien, es como, bueno, el público era raro y no me esforcé tanto de todos modos. Se dicen a sí mismos, «si me hubiera esforzado, lo habría petado». ¿sabes?
P: Mecanismos de defensa que son en realidad un auto-engaño.
W.C: Exacto. Así que mi personaje está en ese lugar. Ha soportado tanto dolor en su vida que tiene todo un sistema que ha creado del que ni siquiera creo que sea consciente, para mantenerse anestesiada y evitar el rechazo, para evitar el dolor. En su caso, ella es una persona sexualmente agresiva. Y creo que lo hace para repeler a los hombres y no ser vista como una presa.
Sin embargo, este depredador sexual que aparece, al que ella considera un hermano es capaz de traspasar la armadura que ella se ha creado. Es la única vez que sus defensas bajaron. Y me identifico con el hecho de haber desarrollado muchos mecanismos de protección que funcionaron para mí cuando era más joven, pero luego comenzaron a ser un lastre cuando me convertí en adulta.
P: ¿Y en cuanto a diferencias?
W.C: Brenda todavía no se ha despojado de todos los mecanismos de protección que solían protegerla y que ahora la están poniendo en peligro. Tuve que escribir listas de las diferencias y similitudes entre Whitney y Brenda, porque era consciente que había mucho en juego. Iba a tratar un tema así en una serie que vería muchísima gente, producida por Howard Gordon y Sonay Hoffman. Pensaba, «si creo que no lo puedo hacer algo, te digo quién lo hará, porque no voy a decepcionar a Howard Gordon». Así que tuve que asegurarme de que era la persona adecuada para eso porque, ya sabes, alguna actriz excelente como Kathryn Hahn podría hacerlo. Hay mucha gente que sé que podría hacerlo genial.
Pero me sentí muy honrada de que alguien pidiera a una cómica que interpretara a una cómica, porque Hollywood nos odia. La gente nos odia. A veces la gente nos quiere, sí. Pero también, ya viste, Will Smith le dió una bofetada en la cara en el escenario a Chris Rock y nadie se levantó entonces. Ha pasado un año pero aún sigo enfadada por eso.
«Creo que todas, o casi todas las personas graciosas lo son para superar algún drama».
P: Yo también, fue lamentable el trato hacia Chris Rock.
W.C: Lo siento, pero Will Smith golpeó a Chris Rock en la cara en el escenario y nadie se levantó. Es muy fuerte. A nadie le importó. Siento que en realidad en Hollywood fingen que los humoristas les gustamos pero, no es así. Y me encanta, adoro La Maravillosa Mrs. Mabel o una serie tan brillante como Hacks. Pero Hollywood no contrata suficientes humoristas para sus writer’s rooms o para actuar. Jean Smart es genial pero es actriz, no humorista profesional.
Es una sensación como la que puedan tener los jugadores de football viendo Friday Night Lights. En plan «esto no es así, nunca harías esta jugada», etc. A los cómicos de stand-up nos pasa lo mismo. Vemos a gente interpretando a cómicos y nos rallamos pensando «¿por qué a un cómico para hacer esto?» Scorsese, por ejemplo lo hizo en The Irishman, con Sebastian Maniscalco actuando e incluso Jim Norton interpretando a Don Rickles.
P: Y eso que han habido grandes referentes de humoristas haciendo interpretaciones dramáticas, como con Robin Williams y Jim Carrey.
W.C: Sí, y entonces todo el mundo alucina. Se sorprenden cada vez que un/a humorista lo hace bien dramáticamente. Y a mi me sigue chocado su reacción. Porque pienso, «¿cómo sigues pensando que no podemos hacer esto?» Todo el día, como humoristas, estamos hablando de lo deprimidas que estamos, de lo miserables que nos sentimos. ¿Cómo no vamos a poder hacer drama?. Lamentablemente, nos dan pocas oportunidades para demostrarlo. A pesar de que fijarnos en, ya sabes, Billy Crystal o Patton Oswalt o incluso Eric Bana que comenzó como cómico.
P: Es que la buena comedia proviene, a veces, del drama.
W.C: Creo que todas, o casi todas las personas graciosas lo son para superar algún drama. Retrocedes y vas, ¿por qué te volviste graciosa? «Oh, porque tuve que hacer que mis padres me quisieran porque no conseguí amor gratis. Tuve que ganármelo». Rodando Accused lloré a moco tendido muchas veces hasta el punto que la directora, Julie Hébert, me dijo que le estaba poniendo muy difícil cortar las escenas por la cantidad de mocos que soltaba al sollozar (Risas).
Por eso creo que cuando una humorista realmente se siente segura, ya sabes, con alguien como Howard Gordon y su equipo, vas muy bien. Te sientes segura para darles todo este dolor que he estado tratando de no sentir. Y voy a sentirlo por algo que espero que haga mella o deje marca para bien en los espectadores y no tanto en mí.