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* Esta entrevista es una transcripción de la entrevista realizada en el podcast de Serielizados en 3Cat, Serieselektor, presentado por Betu Martínez, Víctor Sala, Carlos Perelló y Silvia Comet. Puedes escuchar la entrevista original en catalán AQUÍ.
Considerada como una de las grandes series del año, Los años nuevos es el segundo proyecto televisivo de Rodrigo Sorogoyen, uno de los creadores más importantes del panorama nacional, después de la aclamada Antidisturbios.
Esta maravillosa miniserie nos muestra las idas y venidas de Ana (Iria del Rio) y Óscar (Francesco Carril) en su relación. Dividida en 10 episodios, todos ellos giran en torno al mismo momento del año: las Nocheviejas. Una crónica maravillosa sobre el amor, el fin de la juventud, y la vida en general, donde dirección, guión e interpretaciones nos brindan una de las mejores experiencias televisivas de la ficción nacional reciente.
Hablamos con su co-creador y sus protagonistas sobre el proceso de creación, las relaciones y, cómo no, las Nocheviejas.
¿Cómo nace la idea de los años nuevos?
Rodrigo: Yo estaba celebrando fin de año cuando se me ocurrió.
¿De resaca?
Rodrigo: No, no, no. No suelo tener muy buenas ideas estando de resaca (risas). Estaba en nochevieja con mi pareja de entonces, de viaje en Marrakech, y se nos ocurrió (o se me ocurrió, no me acuerdo), la historia de una pareja a la que seguimos a lo largo de diez años. Estaba muy bien que fuera una década, y que cada capítulo vieras solo ese día, esas horas previas y posteriores a la Nochevieja, y así crear un fresco de esa década a través de sus idas y venidas, que se inician cuando cumplen treinta años y acaban con cuarenta.
La serie ha tenido una ruta importante de festivales: Venecia, Seminci, y Tokyo…¿hubo alguna reacción a destacar? ¿has enseñados más obras tuyas en un país como Japón?
Rodrigo: Si, fuimos con As Bestas, de hecho, estuvimos con Los años nuevos por el éxito que tuvo As bestas en el festival de Tokio. Un festival que no conocía, de clase A, que es bastante importante. Triunfamos porque ganamos tres premios, algo bastante insólito. Y entonces –aunque era un festival en el que no suelen poner series– nos llamaron cuando vieron que teníamos una serie. La verdad es que fue una aventura. ¿Os lo he contado, no?
Francesco: Bueno, nos has contado, un poco por encima, que fue un pelín desastre…
Rodrigo: A ver si me están escuchando (risas)… No fue un desastre, pero no fue lo que esperábamos. Yo no sé quien vio la serie (puede que nadie), porque no estuve en ninguna sala de cine.
Francesco: «Solo se consigue algo así cuando tienes a alguien como Rodrigo que te permite que lo que pasa en el habla cotidianamente pueda entrar en la serie»
¿No viste la reacción del público?
Rodrigo: Tenía mucha curiosidad, pero no. Fui a un coloquio en un cine de un centro comercial. Había un equipo de diez personas, porque ellos son súper profesionales, la verdad, pero era todo rarísimo. Había un traductor y todo tardaba muchísimo. Tengo una anécdota graciosa. Si queréis la explico.
¡Por supuesto!
Rodrigo: Allí tenía a alguien traduciéndome todo el rato. Había un japonés que traducía del español al japonés, y otro traductor que traducía al inglés, porque el público no era solo japonés. Y yo le estaba escuchando todo el rato pensando «¿qué dirá esta persona en japonés?» Y hubo un momento en que Roberto (el representante español dentro del festival) me empezó a presentar en plan «Este es Rodrigo Sorogoyen, un director español muy conocido en España. De hecho, el director del festival de Venecia, ha dicho que es el segundo director español más importante después de Almodóvar»… Y claro, yo veía que la otra traducción al japonés hablaba pero no decía el nombre de Almodóvar. Y yo solo quería preguntar ¿oye han traducido lo que ha dicho de mi y de Almodóvar? (risas) Espero que así fuera…
Viendo Los años nuevos, es verdad que aunque recuerda a series que ya hemos visto, no hay lugares comunes. Gracias a Iria, Francesco, la dirección y el guión, hay una naturalidad y un realismo brutales que no recuerdo en ficciones anteriores…¿cómo se consigue esto desde la co-escritura hasta la interpretación?
Francesco: Desde el punto de vista de la actuación se consigue cuando tienes a alguien como Rodrigo que te permite que lo que pasa en el habla cotidianamente pueda entrar en la serie. Es decir, la gente duda, la gente se traba, la gente se interrumpe…Y también un compromiso muy bonito con el presente. En plano, Iria y yo teníamos un compromiso de decir «mira, si necesito cortarte te voy a cortar, si necesito tomarme el tiempo para pensar lo tomaré…» Había un compromiso con eso, y eso a veces en otro tipo de rodajes no te lo permiten tanto. Y qué bonito es dejar paso a lo imperfecto. Porque lo imperfecto es la vida, lo natural. Creo que ahí está un poco la clave desde el punto de vista de la actuación.
Iria: Si, y creo que también suma la forma en la que Rodrigo nos implicó en el proyecto desde el día uno, hasta hoy. Los actores normalmente no estamos tan presentes en la preproducción o la posproducción. Hay algo en ese nivel de implicación que te hace sentir bien y te hace implicarte de otra manera en el proyecto. Supongo que sientes una gran confianza en ti mismo, y eso hace también que pongas toda la carne en el asador, y que haya algo de «vamos con todo».
Rodrigo: Ellos se expresaban tanto y tan bien, que lo han terminado siendo, porque a mi me parecía que era lo correcto. Todo suena a verdad, y si suena a verdad es por eso.
Rodrigo: «En este rodaje había un salto a eso, a que los actores se equivocaran, se pisaran…Y yo creo que si tuviese que elegir un secreto del éxito sería ese»
¿En que momento aparecía el «ñoñismo»?
Rodrigo: En los guiones siempre aparecía (risas). Y yo siempre les decía a las guionistas –que han hecho un trabajo espectacular–, «uy esto suena un poco tal», y lo corregían. Lo mismo en rodaje. Hombre, en una serie romántica siempre puede ocurrir, pero creo que lo conseguimos salvar bien.
¿Crees que el secreto del éxito es la naturalidad, y que por ende, mucha gente se sienta reflejada en ellos?
Rodrigo: Pues no creo que el secreto del éxito sea tanto eso, quiero decir, no creo que sea tanto el «qué» sino el «cómo». El estar explicando todas las fases de una relación (que es algo muy universal), ayuda, pero si está mal hecho a la gente no le va interpelar. Yo creo que es un casting, y la manera que tienen ellos de hacerlo. Hay una química brutal entre ellos. Pero sobretodo el compromiso con la verdad y la honestidad de que eso que estamos contando nos lo estamos creyendo. No hay un guion cerrado, no hay hermetismo. En este rodaje había un salto a eso, a que los actores se equivocaran, se pisaran…Y yo creo que si tuviese que elegir un secreto del éxito es ese. La gente que más nos ha hablado, comentando su fascinación por la serie, era por eso, por que les parecía real.
Para generar esa verdad, ¿rodasteis en orden cronológico?
Iria: En un impoluto orden cronológico, si.
Francesco: Incluso dentro de cada capítulo.
Rodrigo: Es un esfuerzo de producción muy grande, pero estaba planteado así desde el principio. Cuando diseñas una producción tienes que saber cuales son tus apuestas, a sabiendas de que si apuestas por depende qué, renuncias a otras cosas. Y para nosotros una de esas apuestas era eso, rodar en orden. Imáginate rodar todo lo de la casa del protagonista seguido…que es lo que se hace de normal, vaya. Coges esa casa, la alquilas y te sale más barato cuanto menos días, por lo que se rueda todo del tirón. Que lo entiendo perfectamente. Pero en esta serie me parecía una locura no hacerlo. Lo importante de esta serie son ellos dos.
Iria: El otro día una periodista me decía, «habéis vivido cosas que aún no os han sucedido, os habéis adelantado al futuro». Y caí en la cuenta de eso, en plan, ¡qué fuerte! hemos rodado cosas de nosotros de mas mayores que probablemente nos encontraremos o viviremos en un futuro.
Iria: «Yo trabajo desde un lugar más emocional […] de una forma más intuitiva. Siempre intento leer a la gente, y he aprendido a leer a Rodrigo»
Una cosa que nos impacta mucho de tus películas y series es que incluso los extras son increíbles. Lo son hasta el punto de plantearnos si realmente son actores; como el vecino anciano del capitulo tres. Técnicamente, ¿cómo enfrentas te enfrentas a ellos?
Rodrigo: Yo creo que es un ambiente que se crea. Además, en el caso de este vecino, Saturnino, que es un actor mayorcísimo (tiene 97 años), no empezó muy bien en el rodaje. Estaba enfadado (con toda la razón del mundo) porque hubo un problema con producción y le trajimos demasiado pronto.
Francesco: Además pobre, él mismo nos dijo «os pido solo una cosa, no me hagáis madrugar»…Y ahí estaba él a las 5 de la mañana (risas).
Rodrigo: Calla, calla, calla…(risas) Ha sido gracioso porque le has usado de ejemplo, y en su caso (y el de otros) fue una cosa de azar. No hay una técnica o un gurú que nos ayude a dar «en el clavo» con ellos. Quiero pensar que es gracias al ambiente que se crea. Que no lo creo yo, vaya, es un ambiente que creamos todos como equipo. Y es muy bonito. Yo opino igual ¿cómo puede ser que todos estos actores estén tan bien?
Francesco: Yo debo decir que le he visto dirigir hasta figurantes (risas).
Iria: Yo te vi una vez, el el capítulo diez, con el señor del café que estaba detrás en la imagen, muy muy lejos, acercarte y decirle «¿oye, qué estás bebiendo?», y el señor: «agua». Y tú pidiendo que le pusieran café porque así bebería de diferente manera. Y es que es verdad (risas).
En este sentido, vosotros como actores, ¿vais mucho a la técnica o más a método «Stanislavski» de recuperar emociones?
Francesco: Yo personalmente, por lo general, no suelo pensar –de entrada– en lo emocional. Porque es algo que me sirve bastante poco, y porque la emoción hoy está, y mañana no está. Creo que lo único que podemos controlar es lo que hacemos. Las acciones si se pueden repetir, las emociones no. Creo que es un bonito punto de partida pensar en qué es lo que hago, y usar las palabras como herramienta para intentar solucionar algo que hay en la secuencia. Siento que la emoción es algo que viene después. Nos pasa muchas veces en la vida ¿no?, que piensas: «uy aquel día que terminaste llorando» y piensas «¿qué? ¿yo, lloré?». Es algo que no podemos controlar.
Rodrigo: Es también confiar en el guion ¿no? Confías que si en el guión el personaje hace o dice algo que le pone triste, eso te pondrá triste a la hora de actuarlo.
Francesco: Exacto. Se resume un poco diciendo lo bonito es actuar las soluciones, no el actuar los problemas.
Iria: Yo lo veo diferente, pero me parece muy interesante lo que has dicho. A mi me pasa que trabajo más desde un lugar más emocional. Me siento más caballo desbocado trabajando. De una forma más intuitiva. Siempre intento leer a la gente. He aprendido a leer a Rodrigo. Lo que quiere, lo que le gusta y cómo. Y de algún modo, muy intuitivamente, he intentado ir hacia ahí. Pero también hemos tenido muchos momentos en los que me has pedido cosas que a mi me cuestan. Por ejemplo, a mi me cuesta muchísimo estar en la «acción». Yo tengo muy claro lo que siento pero no tengo tan claro la acción como tal y la cámara «necesita» que yo esté ahí haciendo una acción de cierta manera. Esto para mi también ha sido un aprendizaje heavy. El intentar incorporarlo todo a la vez, para que las cosas brillen más.
Uno de los capítulos que más nos han gustado es el de Berlín. Es un capítulo muy realista. ¿Hicisteis trabajo de campo?, es decir, ¿salisteis juntos de fiesta?
Rodrigo: Yo quería salir y rodar luego la discusión de empalme, ¿os acordáis? (risas). Les decía «sí, sí, hagámoslo», y ellos me decían «ummm no lo vemos muy claro Rodrigo» (risas). Hemos hecho trabajo de campo durante toda nuestra vida vaya.
Iria: Pero si si, salimos juntos en el local donde rodamos.
Frnacesco: Nos dejaron entrar un día si. Fuimos, disfrutamos del local y después de eso rodamos tres días seguidos ahí.
Rodrigo: «Linklater siempre estuvo encima de la mesa, ‘Normal People’, ‘La gran juventud’…Está muy bien tener referentes y luego poder distanciarse»
Todas las canciones que suenan en la serie son un viaje brutal también. ¿Quién ha escogido los temas?
Rodrigo: Yo mismo. Desde el principio quise que tuviera mucha presencia la música, y este tipo de música en concreto, que es la que yo escucho, la que ellos escuchan, y parte del equipo escucha. Entonces, yo a mis productores les dije que me quería gastar el dinero que fuera necesario en conseguir esos derechos. La banda sonora era muy importante. Y cuando supimos que se podía, empezamos a escribir a sabiendas de que esas canciones sonarían en determinados momentos. Hay canciones que están desde la versión uno del guión.
¿Teníais algún referente a la hora de construir la identidad de los personajes?
Francesco: A mi Iria me enseñó una película maravillosa…
Iria: Si, una película que lo que hacen los actores es impresionante
Francesco: Me acuerdo que la vi, pensé «uau» y luego la revisitamos juntos .
Iria: Si, había algo en la construcción de la intimidad entre los personajes. Porque a mi me inquietaba mucho eso. Empezar a rodar sin a penas conocernos, y embarcarnos en un proyecto así. Y yo pensaba, tenemos que construir cómo se tocan, todo lo que tiene que ver con lo físico; y generar ese universo propio de la pareja que nadie más en el mundo tiene y que es único.
Rodrigo: Para guión y dirección, pues, Richard Linklater siempre estuvo encima de la mesa. Normal People siempre estuvo encima de la mesa….La gran juventud también…Está muy bien tener referentes siempre y luego también poder distanciarse. En el caso de normal Peope siento que es más estética, más bonita. Y en. nuestro caso queríamos huir un poco de eso.
¿Tenéis ya plan para nochevieja?
Rodrigo: Yo no tengo plan.
Francesco: Yo tampoco.
Iria: Yo tampoco… (risas)
Lo de ver la serie de forma partida y el proyectarla en cines,¿ fue una decisión previa también?
Rodrigo: Las cosas hay que verlas en el cine, y hemos tenido la suerte de conseguirlo, y hay cinco cines en España que se han sumado a la aventura, que me parece la ostia, porque a priori es una apuesta complicada. porque si vas a tener una serie en plataforma después, ponerla en el cine es un riesgo. Por lo que estamos muy contentos. Es algo que siempre tenemos en mente. Yo ruedo de esta manera, pensando en que se pueda ver en cine. Y lo de las dos partes de cinco capítulos cada una, pues surgió de forma natural, y también los lo propuso Movistar a la hora de pensar en la programación, y de qué era lo mejor para la propia serie. Ahora que lo vemos son dos dípticos bastante perfectos.
Y por último, te queremos preguntar sobre proyectos futuros que hemos ido oyendo por ahí…
Rodrigo: La Guerra Civil no es un proyecto cerrado para nada. De echo te diría que es un proyecto –a riesgo de equivocarme– que voy a hacer, que quiero hacer y que vamos a poner mucho empeño en hacerla. Es una serie muy complicada, porque es mucho dinero, pero hay gente interesada. Y Antidisturbios 2 evidentemente me encantaría hacerla pero está bastante más en el cajón. Y el proyecto con Javier Bardem y Victoria Luengo lo empezamos a rodar en febrero, osea que muy contento y con muchas ganas de ello.